Consecuencias para los adolescentes LGTBIQ+ de las nuevas normas de Facebook

"Facebook ya no te dejará hablar de tu posición sexual favorita o de tu orientación sexual" es el titular con el que me he despertado esta mañana y sobre él tengo que escribir.

Esta noticia del 20 minutos nos aclara las nuevas normas de 'la gran F'. A partir de ahora estará prohibido, entre otras cosas, "usar insinuaciones sexuales como mencionar roles y posturas sexuales, situaciones de fetichismo, orientación sexual o estado de excitación".


No creo que mi reflexión vaya a tener un gran peso en las decisiones de la compañía de Mark Zuckerberg, pero no puedo hacer menos que manifestar y compartir mi indignación

¿Alguien, en ese maravilloso equipo de la empresa millonaria, se ha parado a pensar en cómo  repercutirán estas nuevas reglas específicamente en los jóvenes que forman parte del colectivo LGTBIQ+?

Por un lado, hay que tener claro que cuando nadie puede hablar de su orientación sexual lo que se consigue es mantener el discurso heteronormativo dominante. En esta sociedad, que nos asume como heterosexuales hasta que alguien diga lo contrario, es muy necesario luchar por la visibilización de estos colectivos y medidas como estas no ayudan más que a ocultarlos en las sombras.

Ricardo Llamas y Paco Vidarte mostraban en su libro Homografías, ya en 1999, la importancia de las redes sociales en la vida de los adolescentes homosexuales lo que, considero, se podría ampliar actualmente a toda la comunidad LGTBIQ+:

"Las nuevas tecnologías, y en particular internet (...), constituyen en la actualidad el más poderoso medio de promoción de la nueva identidad como medio de romper con el aislamiento de los jóvenes que se sienten gays y lesbianas. Una 'comunidad virtual' de apoyo se constituye en espera de que las redes sociales 'reales' de gays y lesbianas se hagan accesibles a los menores. Un mensaje del foro de debate de internet antes citado (y que respondía a otro titulado Socorro. Necesito ayuda. Soy un suicida), decía así: 'He intentado matarme dos veces en mi vida. Cada vez que quería matarme me sentía tan solo y abandonado... Sé lo que es estar solo, he pasado diez años emocionalmente solo. Claro que tenía gente alrededor pero no llegaba a encajar. Hay ayuda ahí fuera, gente como tú y como yo. Yo encontré un grupo de jóvenes gays cerca y empecé a asistir a reuniones(...) No te rindas porque, si lo haces, nunca llegarás a saber si al final podrías haber llegado a lograrlo". 

Vivimos en una sociedad donde la educación sexual escasea, una educación sexual que, además, es marcada e indiscutiblemente heteronormativa. Con la aplicación de estas normas Facebook hace mucho más que prohibir el lenguaje sexual: prohibe que los adolescentes LGTBIQ+ encuentren páginas y grupos seguros donde poder adquirir parte de esa educación afectiva y sexual que siempre se les ha negado, donde encontrar referentes y donde conocer a personas que han pasado por situaciones de discriminación similares, personas que se enfrentan a los mismos problemas.

Estas redes de apoyo son necesarias. 
Nadie debería prohibirnos hablar de nuestra orientación sexual.
#FacebookNosCalla





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