No me preocupan los 52 escaños de VOX, me preocupa...

Hace dos días un mazazo golpeaba a nuestras realidades. VOX había sacado 52 escaños pasando por encima de Unidas Podemos, Ciudadanos y otros partidos que, a nivel estatal, se catalogan como minoritarios. VOX había vuelto...y esta vez con más fuerza.
Y todo el mundo está preocupado (yo también) porque hayan tenido tanta representación. Claro que me preocupa la fuerza que van a tener en la oposición y que puedan bloquear leyes, en caso de que se consiga formar ese bloque socialista del que hablan. Pero me preocupan incluso más las calles.

3.640.063 personas han votado al fascismo y la opresión en España. Han votado contra nosotras. Contra las bolleras, las bis, las trans, las racializadas, las que tienen diversidad funcional y contra las que no llegan a fin de mes. Contra la gente que vive en la calle, contra los animales, contra la libertad.

3.640.063 personas piensan que es positivo votar a un partido de ultraderecha, que es algo bueno que un partido así logre una representación tan elevada por primera vez en la historia de la democracia. Y eso, además de representación en las instituciones, les da a los votantes derecho a defender su opinión con todo la violencia que eso implica. Por mucho que esta vaya contra los derechos humanos de otras personas que viven en este país ellos ahora tienen derecho a decir lo que piensan, a defender España. A ir a por ellos, que somos nosotras.

Muchos de ellos priorizan lo que consideran seguridad en las calles de Cataluña frente a los derechos y libertades. Porque les asusta más un contenedor ardiendo que dos señores hundiéndole el cráneo a un menor extranjero no acompañado. O como se les llama: menas. Porque el fascismo es experto en inventarse términos que deshumanizan a las personas.

Todo esto es un desastre, una mierda, una injusticia. Estoy de acuerdo con vosotras...

PERO han sido 3.640.063 personas de los 24.365.851 que votaron. De los 46.934.600 habitantes reconocidos que hay, entre los que se encuentran personas que no pueden todavía votar pero tienen derecho a gritar. Tenemos que tener esto claro: parte del congreso ahora es suyo, pero las calles son nuestras y hay que salir a defenderlas.


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*En este artículo utilizo el femenino honorífico y masculino intencional propuesto por Brigitte Vasallo en 'Pensamiento monógamo: terror poliamoroso'. La intención no es feminizar a nadie que no lo quiera, sino nombrar en un femenino de rebeldía a todas las personas que se encuentran en los márgenes.

*Imagen de Matoo Blog

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